Tengo alergia a la mediocridad.

En cualquier momento puede atacar.

Viene, sin previo aviso.

Y arroja unos resultados devastadores.

Por eso el éxito es alérgico a la mediocridad.

Es una ley de la naturaleza. 

Nadie critica a quien se conforma con menos, pero en el momento en que empiezas a avanzar hacia tus sueños, a romper hábitos y cambiar relaciones que no sirven a tu propósito, la gente comenzará a hablar.

Muchos temen al fracaso, al ridículo, a la crítica. 

Pero si entiendes que hablarán de ti de todas formas, tanto si fracasas como si tienes éxito, serás libre para ir a por todas sin miedo alguno.

Imagina por un momento en quién podrías convertirte.

En quién podrías ser si no te escondieras frente a lo que la vida tiene preparado para ti.

Si vieras cada desafío como una aventura voluntaria, la percepción de tu propia existencia cambiaría para siempre.

Déjame darte un consejo no solicitado que trato de aplicar a todas horas.

La clave está en enfrentarte a lo que te aterroriza. 

La bioquímica de tu mente se transforma cuando aceptas un desafío que te paraliza y decides avanzar, cambiando el miedo por acción. 

Este cambio fisiológico, psicológico y emocional te impulsa hacia adelante.

Entonces, pregúntate:

¿Cómo cambiaría tu vida si dejaras de operar con miedo?

Lo primero que tienes que hacer es asumir la verdad: 

El éxito y la mediocridad son antagónicos. 

Por eso a algunas personas les gusta encontrar problemas para cada solución.

Hay quienes creen que nunca alcanzarán un alto nivel. 

Otros se conforman con hacer lo justo para salir adelante. 

Pero tú no eres así.

Que no eres así, joder.

Tienes sueños, metas y aspiraciones.  Quieres más. 

Y estás tomando acción para hacer que todo se haga realidad. 

Te estás preparando para enfrentar lo que venga.

Tú eres como yo.

Es importante que decidas creer en tu capacidad de mejorar. 

Aceptar que no naciste perfecto, que eres promedio en muchos aspectos, pero que esa consciencia te da la oportunidad de crecer.

El gran cambio empieza cuando eliges confiar en tu capacidad de cambio. 

Cuándo alineas tus comportamientos con las nuevas habilidades que necesitas desarrollar. 

Y no, no se trata de repetir afirmaciones vacías frente al espejo.

Se trata de creer en el esfuerzo y la dedicación.

Una mentalidad extraordinaria implica hacer lo que los demás consideran imposible. 

Dedicarte a hacer en un día lo que otros harían en una semana. 

Hacer en un mes lo que otros harían en un año.

El verdadero problema aparece cuando crees que no vas a tener éxito.

Tu mente inmediatamente empieza a decir: «Esto es muy difícil, no puedo hacerlo».

¿Seguro?

Porque si tomas acción, incluso cuando pienses que es imposible, seguirás avanzando. 

Ganarás.

Y sí, a veces tienes que admitir que eres mediocre en algo. 

Y eso está bien, porque te impulsa a mejorar. 

Pero lo que no está bien es quedarse quieto.

Soy alérgico a lo mediocre porque sé que el éxito es alérgico a lo mediocre.

No importa dónde naciste, si eres privilegiado o creciste con carencias. 

Lo que importa, lo único que verdaderamente importa es que entiendas que no puedes quedarte quieto.

Así que deja de hablar, deja de buscar excusas, y ponte a trabajar.

Ahora.

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