¿Qué historia te estás contando a ti mismo?
Me refiero a esa voz que siempre está ahí, trepanándote los sesos.
Esa que te dice si puedes o no puedes, si eres capaz o si deberías rendirte.
Mira si esa vocecita es importante, que define tu realidad.
La historia que te cuentas es la que moldea tu percepción del mundo y, lo más importante, moldea la percepción de ti mismo.
Entonces, déjame preguntarte algo:
¿Qué tipo de historia es la que te cuentas?
Piénsalo un momento.
¿Es una historia de triunfo, de resiliencia, de superación?
¿O es una historia de limitaciones, de miedos, de excusas?
Imagina que tu mente es una película en constante reproducción.
¿Qué tipo de película estás viendo? ¿Es inspiradora, emocionante, motivadora?
¿O es una película que solo te recuerda tus fracasos, tus miedos, tus inseguridades?
Napoleón Hill en «Piense y hágase rico» nos habla de la autosugestión.
Esta es una herramienta poderosísima que todos tenemos a nuestra disposición, pero que pocos usan conscientemente.
La autosugestión no es otra cosa que el arte de repetirte una y otra vez algo hasta que lo creas, hasta que lo integres en tu sistema de creencias.
Por eso te pregunto:
¿Qué es lo que te estás repitiendo?
¿Que no eres lo suficientemente bueno? ¿Que no tienes lo necesario para triunfar? ¿Que no puedes cambiar tu situación?
Mira, voy a ser brutalmente honesto contigo:
Estas historias que te cuentas son basura.
Y lo peor es que las has escuchado tanto que te las has creído.
Ahora, ¿cómo cambias eso?
Primero, tienes que identificar esas historias.
Tienes que ser consciente de lo que te dices cuando nadie más te escucha.
¿Te consideras un fracaso antes de intentarlo? ¿Te ves como una víctima de las circunstancias?
Segundo, tienes que desafiar esas historias.
Pregúntate, ¿realmente es cierto? ¿Realmente no puedes cambiar? ¿De dónde viene esa creencia? ¿Quién te la inculcó? ¿En qué momento de tu vida empezaste a pensar así?
Y aquí es donde me gusta introducir la mayéutica, un método de Sócrates que se basa en hacer preguntas incisivas para descubrir la verdad.
Si te fijas, es lo que ando haciendo todo el tiempo en las píldoras de mentalidad que te escribo cada domingo.
En cualquier caso, no vamos a hablar de filosofía griega aquí, Al menos por ahora.
Vamos a usar este método para reprogramar tu mente.
Vamos a empezar a hacernos preguntas que nos saquen de esa zona de confort mental.
Preguntas como:
- ¿Qué me está costando mantener esta historia negativa?
- ¿Qué me impide creer en mi capacidad de cambiar?
- ¿Qué beneficios obtendría si cambiara mi forma de pensar?
Ojo, no te estoy diciendo que te conviertas en un optimista iluso.
Lo que trato de decirte es que seas realista.
Porque el realismo también incluye reconocer tus capacidades, tus fortalezas y tus posibilidades de crecimiento.
La tercera parte del proceso es reescribir esa historia.
No me malinterpretes, no te estoy pidiendo que ignores la realidad.
Lo que quiero es que veas la realidad desde una perspectiva que te empodere, no que te limite.
Empieza a contarte una historia donde tú eres el héroe, no la víctima.
Una historia donde los desafíos son oportunidades de crecimiento, no barreras infranqueables.
Una historia donde los errores son aprendizajes, no fracasos.
Bien.
¿Te das cuenta de la diferencia que puede significar en tu vida contarte una historia así?
No es magia, es pura neurociencia.
Lo que te repites una y otra vez se convierte en tu verdad.
Así que, ¿por qué no elegir una verdad que te beneficie?
Quiero dejarte con un desafío:
Hoy, comprométete a cambiar una parte de tu historia. Solo una.
Quizás sea la forma en que te hablas sobre tus habilidades, o la manera en que te enfrentas a los problemas.
No importa qué parte sea, lo importante es que comiences a cambiar.
Porque, al final del día, la historia más poderosa que puedes contar es la que te dices a ti mismo.
No seas un mero espectador de tu vida. Sé el director, el guionista y el protagonista. Es tu historia. Escríbela como quieras. Porque al final, lo que más importa no es lo que otros piensen de ti, sino lo que tú piensas de ti mismo.
Y eso, amigo mío, está 100% en tus manos.
Lo que necesitas es un cambio de chip.
Recibe píldoras diarias para eliminar las creencias que frenan tu éxito y empezar a ganar más dinero, tranquilidad, propósito y libertad en tu negocio apuntándote gratis aquí: