Te dirán que debes ser inofensivo. Que no debes hacer daño a nadie.
Que deberías guardar tus instintos competitivos y conformarte con la vida que te tocó.
Pero, ¿sabes qué?
Eso es una mierda.
Es una puta mierda, en realidad.
Leí una frase de Bruce Lee que lo explica muy bien. Es muy explícita.
“Es mejor ser un Guerrero en un Jardín que un Jardinero en una Guerra.”
Ser competitivo no tiene nada de malo.
Lo que sí es malo es hacer trampa, ser tirano o corrupto. Todos esos comportamientos son reprobables y aberrantes.
Pero querer ganar, mejorar, avanzar… eso es lo que nos impulsa a ser mejores.
Y lo que ha permitido avanzar a la humanidad.
Mira, todos tenemos un don.
Cada uno de nosotros tiene un talento único, pero seguir a los demás nos impide alcanzar nuestra verdadera grandeza.
Ser una versión diluida de otra persona no nos llevará lejos. Lo máximo que puedes lograr es una barata imitación de alguien más.
Y la mayoría se conforma con eso por miedo al rechazo público.
Sin embargo, ¿cómo sabes que tu propio estilo, tu propia manera de hacer las cosas, no va a ser mejor que lo que observas?
Realmente, si lo piensas, cada fracaso es psicológico.
Porque no estás muerto, entonces no estás derrotado.
Todos perdemos batallas, y eso es parte del juego.
Por eso, la vida no es para los de corazón débil.
Cada transformación siempre empeora antes de mejorar.
Es como cuando decides ponerte en forma: al principio duele, pero después empiezas a ver resultados, como me pasa a mí con mis bíceps de hormigón armado.
Así es con todo en la vida.
Entonces, la resiliencia es la clave.
La capacidad de recuperarse es lo que diferencia a los ganadores de los perdedores.
Y sin creatina.
Todos enfrentamos dificultades, fracasos y obstáculos, pero los ganadores se levantan y continúan.
Por eso, creo sinceramente que la vida siempre está preparando algo más grande para nosotros, pero para verlo, primero debemos estar mentalmente preparados para soportar el proceso.
Lo sé bien.
Porque es verdad: no siempre entendemos por qué nos pasan ciertas cosas.
Mientras atraviesas momentos difíciles, puede parecer que el mundo está en tu contra.
Pero cuando superas esos momentos y miras atrás, te das cuenta de que cada lección te estaba preparando para algo más grande y mejor.
En fin, que todo cambia y todo termina y todo empieza.
Puede sonar jodido, pero es una verdad que debemos aceptar.
Yo mismo estoy aceptando eso en este 2024. Y te aseguro que fácil no es.
Pero es parte del camino.
Y si todo cambia y todo termina y todo empieza, entonces debemos apreciar lo que tenemos ahora mismo.
Además, lo que viene siempre puede ser mejor, pero solo si nosotros lo hacemos mejor.
Es nuestro trabajo hacerlo mejor.
Así que, ¿quieres ser un guerrero en un jardín o un jardinero en una guerra? Levántate, sigue adelante y no te rindas.
Porque nadie fracasa mientras sigue luchando.
Lo que necesitas es un cambio de chip.
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